miércoles, 30 de septiembre de 2009

EPITAFIO PARA UN JAPONES - KENYA FUJIMORI (KF)

Hoy miércoles 30 de setiembre de 2009 se dictarà la cuarta sentencia condenatoria a KF, un astuto japonès que de la mano de su ex-asesor Vladimiro Montesinos (VM) se convirtiò en la cabeza del règimen màs corrupto de la vida republicana del Perù. Serà la tercera condena por casos de corrupción; en las dos primeras recibiò 4 y 8 años de carcelerìa. El Fallo de la Sala Penal Especial que lo juzga, referido a los crímenes de Barrios Altos y La Cantuta, le impuso la pena màs dràstica de 25 años de prisiòn. La formidable exposición sobre la autorìa mediata por dominio de los hechos, y de la conformaciòn y naturaleza de una estructura de poder paralelo al legalmente instituido, es la piedra angular para entender el còmo y el porquè de toda la criminalidad cometida durante el fujimorato. Ese poder paralelo, expresado en la persona de VM, fue el poder de facto, real, ante el cual se inclinò todo el aparato burocràtico del Estado y el grueso del sector empresarial privado. El aparente Estado de Derecho de esa època fue el ropaje democràtico necesario que le permitiò a la dictadura guardar las formas, interna y externamente. La ejemplar sentencia comienza identificando cabalmente al malhechor en su nacionalidad dual: Alberto Fujimori, como peruano, y KF como japonès. A lo largo de su delictiva vida polìtica actuò como el tìpico criollo: para poder robar al Estado fue un connacional màs, pero se amparò en su condiciòn de sùbdito japonès cuando se sintiò en peligro. Como peruano fue un sagaz delincuente; como nipòn solo pudo ser la peor rèplica de un samurai, sin un àpice de honor y dignidad personal. El 13 de noviembre de 1992 corriò a esconderse en la Embajada del Japòn cuando el General Salinas Sedò intentò el retorno a la constitucionalidad, y cuando su ilegal y fraudulento III gobierno se hizo trizas, otra vez se escabullò huyendo del paìs para refugiarse finalmente en la tierra de sus orìgenes, y desde allì renunciar via fax a la Presidencia. Los gonfaloneros de KF crearon el mito de que su gobierno acabò con el terrorismo, cuando la verdad es que la desarticulación del MRTA y de Sendero Luminoso se produjo con el apresamiento de sus lìderes, y en esas capturas poco o nada tuvo que ver el SIN de VM. De ese mito se colgò KF para vociferar cìnicamente al inicio de su II juicio, de que èl era el salvador de la patria del flagelo terrorista, que era injusto que lo procesaran. Sus seguidores de toda laya le hicieron eco clamando una condena benigna, sino acaso su inocencia. Bajo tal criterio estùpido, tal suerte le hubiera correspondido tambièn a VM. Desde que le resolviò el problema tributario por la subvaluaciòn de inmuebles, KF dependiò totalmente de su ex-asesor, quien desde el SIN fue el tirititero que controlò la gestión del Ministerio Pùblico, del Poder Judicial, de las FFAA y Policiales, de la casi totalidad de la prensa hablada y escrita, y de la acciòn polìtica del oficialismo en el Congreso, para rendirle cuentas ùnicamente a èl. En estos àmbitos institucionales, VM manipulaba y decidìa nombramientos y ascensos, remociones y destituciones. Los afortunados le debìan favores, y presurosos le rendìan pleitesía. La historia de las FFAA llevarà por siempre el estigma que le cupo – salvo honrosas excepciones como la del General de Brigada EP Carlos Mendoza Gracey -, a las cùpulas y oficiales, de haber sido usufructuarios y sostenes de un règimen corrupto durante 8 largos años. Parte de esa escoria permanece encarcelada, por rateros o asesinos; unos cuantos siguen fugados, y algunos otros viven còmodamente en el paìs o en el extranjero gozando de sus riquezas malhabidas. La vergüenza castrense de esa època fue haberse cuadrado ante un japonès ladròn y ante un traidor a la patria. El espectáculo màs denigrante fue la firma del Acta de Sujeción, en la que el grueso de la oficialidad actuò como una dócil manada de borregos, haciendo cola para firmar uno a uno el documento por el cual se vendìan en cuerpo y alma a KF y VM. Còmo deben haberse reìdo los militares chilenos al ver este indecoroso espectáculo de las FAA peruanas! Sin duda, es la institución que resultò màs afectada de la destrucción moral del paìs, y eliminar la corrupciòn extendida en su seno hubiera significado dejarla sin oficiales. Los generales sinvergüenzas de hoy, que hasta trafican con la dotaciòn de gasolina, fueron antaño los coroneles, comandantes o mayores, que asistieron a los maestros de la coima. Siendo todos ellos profesionales del arte de la guerra, en lugar de adiestrarse para el combate se dedicaron a repartir polos y almanaques con el rostro impreso del japonès. Por todo esto se perdiò la guerra del Cenepa y se cediò Tiwinza.

Durante los años siguientes al autogolpe del 5 de abril de 1992, la dictadura devino en un triunvirato que estableciò sus propio cotos de robo: VM, en el àrea judicial, el narcotráfico, y determinadas compras de armamento militar; KF, en las donaciones del exterior, las privatizaciones, y negociados del resto de la administración pùblica; Nicolàs de Bari Hermoza (NH), en las adquisiciones de equipamiento militar y suministros, y tal vez de algunas operaciones de narcotràfico. La corrupción residual consuetudinaria, esparcida y arraigada en el aparato estatal, se profundizò discurriendo normalmente sin ningún problema; la cofradía de delincuentes era consciente que debìan mantener contentos a la ancha base piramidal.
La sobrevivencia polìtica de KF requerìa del respaldo del clan; era el miembro màs dèbil del triunvirato. Sin ellos su gobierno se hubiera desvanecido ràpidamente. El peso y poder propio de NH quedò patentizado cuando sacò los tanques a las calles para amedrentar al cantinflesco CCD donde se investigaba los crímenes de La Cantuta. El de VM, cuando digitò a la Colàn, a Baca y a Aljovìn para diluir declaraciones y documentos que lo evidenciaban como corrupto. En esos años KF aprendiò a exhibir un rostro adusto con su boca torcida, y emplear un lenguaje agresivo en su castellano mal hablado. Era la conducta propia del cobarde sabiendo que las botas y los fusiles estaban detràs de èl resguardàndolo.
Cuando logran apartar del poder a NH – probablemente VM llegò a conocer de sus cuentas bancarias en el exterior y lo chantajeò para que se retire a sus cuarteles de invierno a disfrutar de los millones atesorados – el trípode se convierte en una mesa de 2 patas, y es cuando el paìs comienza a ser saqueado con mayor intensidad. La codicia y el miedo entremezclados, obligaron a los socios a buscar mecanismos temerarios que les permitiese seguir gobernando. Y entonces compraron conciencias a diestra y siniestra: fiscales, jueces, vocales, periodistas, empresarios, y polìticos de todas las bancadas. La bolsa era grande y alcanzaba para todo ello.

Los jóvenes de hoy que se prestan a ejercer su derecho ciudadano en los pròximos comicios, debieran conocer de la podredumbre moral en que sumiò al Perù esta gavilla de cleptòmanos, atravesando y pervirtiendo a la sociedad entera. Su destreza para enriquecerse a costa del Estado, robar y coimear, sigue siendo ejemplo a emular por los polìticos y burócratas de turno, y por los empresarios mercantilistas e inescrupulosos. Como un càncer invasivo, la corrupciòn llega a desplegarse y afincarse en el seno familiar, promoviendo que el cónyuge y los hijos defiendan como legítimamente suyos, la fortuna hurtada y el patrimonio adquirido con dinero sucio. Ante la contundencia de las pruebas y testimoniales de la Fiscalìa en los juicios por corrupciòn, KF prefiriò aceptar su culpabilidad para no dar lugar a la exposición pùblica de la putrefacción de su gobierno. Sus corifeos intentan en vano desprestigiar al Tribunal juzgador y achacarle toda la culpa a VM, sin darse cuenta que lo terminan pintando como un perfecto imbècil, un ignaro de todo lo que acontecìa a su alrededor. Una vez màs le aflorò el deshonor y la cobardìa congènita. Su decisión se basò en algo muy simple: las penas no se acumulan y su heredera es quizà la ùltima carta que se juega para no podrirse en la càrcel. Pero sì, perdiò el paìs entero al no visualizar y escuchar la degradaciòn moral que introdujo el fujimorato, y de còmo se robaron estos miserables los fondos del erario. El pueblo debiera de reflexionar sobre las carencias sociales del Estado que pudieran haberse eliminado con los ingentes recursos sustraìdos por esa basura humana: hospitales pùblicos tugurizados y sucios, sin medicinas, equipos, y suministros; colegios destartalados con baños sin agua, con tablas como carpetas, con alumnos desnutridos y con hambre.
Algunas instituciones parecieran estar sacudièndose de esta lacra: el Ministerio Pùblico autopurgàndose y dando la cara en los casos emblemàticos de corrupciòn, y un Poder Judicial que expele un aire de renovación y esperanza a partir de la I sentencia condenatoria del Tribunal presidido por el Vocal San Martín. Tal como dijo Cèsar Hildebrandt, “el Perù jalò la cadena”…… y el torrente empujò al reo nipòn hacia el alcantarillado.

Metafóricamente hablando, sugiero un epitafio a la làpida de KF que resuma su paso por esta vida terrenal. Con el tàcito permiso de Vladimir Paz de la Barra, ex - decano del Colegio de Abogados de Lima, tomarè sus palabras dichas en una alocuciòn pùblica, con las que se refiriò a KF:
“AQUÍ YACE UN JAPONES DE MIERDA,
CONDENADO A 25 AÑOS POR ASESINO,
Y A 20 AÑOS POR LADRON Y CORRUPTO”.
============================================================

No hay comentarios:

Publicar un comentario